Que no hay que grabar el trabajo de los antidisturbios, dice el Gobierno. Que luego van y se mofan de ellos los internautas. Que es por el bien de todos: de los maderos, para que no sufran, y de los internautas, para que no vayan al Infierno por cachondearse de las desgracias ajenas (eso está muy penado; no lo ha dicho Rouco, pero podría decirlo, lo va a decir, tú verás). O sea que las camaritas guardadas. Y la voz también, de paso. Y ya puestos, como no se va a permitir filmar, mejor no ir a manifestarse ni a rodear nada ni a exigir cosa alguna, ¿pa'qué? Como uno mejor se indigna es como se ha hecho de toda la vida: delante del telediario, pagándola con los fideos y con el currusco. Bueno. A este Gobierno se le sale lo fascista por los recuajos de las túrdigas, es lo que le pasa. Saca dictadura a la calle y la censura por el bien de la democracia en la que nunca ha creído. Este Gobierno le chupa los cojones a los tiempos cojonudos, militares, gloriosos. Me cago en sus muertos, oye.
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