lunes, 15 de octubre de 2012

Ruido al masticar



La España tuya que a la hora de la cena huele a tortilla francesa confeccionada en aceite del mes pasado se fregotea la entrepierna con agua de incienso y cacorra de esperanza antes de irse a dormir con sus sacramentos y sus transaminasas. Sabemos que mañana no será otro día, eso fijo, sospechamos que mañana será otra variedad de bilis en hilos sólidos para tejer vendas con las que curar la ceguera. Y que durante la noche más de un líder se habrá peído y sonreído en sueños tras rezar sus oraciones ateas, devotísimas, infecciosas, cucuruchas, incunables. Banales aquellos que atesoran sus penas y no las donan a cualquier oenegé de salvar armadillos y redimir mariconazos. Benditos los que hacen ruido al masticar porque significa que están comiendo el hambre para mañana. Morirse pajizo y callado será leyenda en papeleta de urna. Aventamos chalaúras y declaramos que se nos han escapado las palomas de la paz. Y a todo esto aún no hemos dado con la vena que rajarnos, no.

1 comentario:

  1. Pero qué estilazo tienes! Olé!

    Un texto tan ácido como real; una España con cagalera, con mucho ruido y pocas nueces, mucho chulo y mucho "garrulo telecinquero"...ay...qué fea se está poniendo la "cosa".

    Gran micro, condensado y muy potente.
    Ya tenía yo ganas de leerte.

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