-Oye, Cameron.
-Dime, Mariano.
-No, no, llámame Rajoy; yo te he llamado a ti Cameron.
-Bueno, pues dime, Rajoy.
-Cucha que te diga: tú sabrás la que tengo liada con un tesorero que tuve, ¿no?
-¡Uh! ¿Que si lo sé? Lástima me das.
-Gracias. Pero yo es que quería pedirte un favor.
-A ver, echa.
-Que la liemos gorda con Gibraltar, por desviar la atención.
-Joder, Mariano...
-¡Rajoy! Yo te llamo a ti Cameron.
-Joder, Rajoy... ¿No se te ha ocurrido otra cosa? ¡Qué topicazo!
-Ya, pero es que eso mola mucho al español, te lo digo yo.
-Bueno, si tú crees que así...
-Lo creo, lo creo. Es por descansar un poco de Bárcenas, que me tienen fritico.
-Venga, pues vale, la liamos, no hay problema. Oye.
-Qué.
-Me debes una, lo sabes.
-Claro, Cameron. Claro que lo sé. Muchas gracias. Qué bien hablas
español, Cameron. ¿Cómo está tu señora? ¿Oye? ¿Cameron? ¿Oye?... Joder,
qué prisas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario